La Controversia del Enjuague Dental
Recientemente, varios vídeos virales en TikTok han puesto en duda la práctica común de enjuagarse después de cepillarse los dientes. Estos vídeos sugieren que, después de usar un dentífrico con flúor, deberíamos simplemente escupir la pasta dental en lugar de enjuagarnos. Esta recomendación no es nueva, y tanto la ciencia como los expertos en odontología coinciden en que tiene bases sólidas.
Beneficios del Flúor
Los dentistas recomiendan cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental que contenga flúor para prevenir las caries. El flúor es un mineral que fortalece el esmalte dental y ayuda a reponer los minerales perdidos debido a los ácidos producidos por las bacterias en la boca. Al no enjuagarse después del cepillado, el flúor permanece en los dientes por más tiempo, proporcionando una protección continua.
Evidencia Científica
La evidencia científica respalda esta práctica. Un estudio realizado en 1999 con más de 2,800 adolescentes de 15 y 16 años en el Reino Unido reveló que aquellos que se enjuagaban con un vaso de agua después del cepillado tenían, en promedio, casi cuatro dientes cariados, ausentes u obturados. En comparación, los que no se enjuagaban en absoluto tenían alrededor de tres dientes dañados. Los adolescentes que se enjuagaban con una cantidad menor de agua, por ejemplo, de la mano, presentaban un promedio de 3.62 dientes en mal estado.
Consideraciones Adicionales
Para las personas con dientes sanos y una buena higiene dental, saltarse el enjuague no es crucial. Sin embargo, aquellos con una dieta rica en azúcar o que son propensos a las caries pueden beneficiarse más del flúor adicional. Margherita Fontana, profesora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Michigan, explica que enjuagarse después del cepillado elimina los ingredientes activos del dentífrico. Como alternativa, quienes deseen enjuagarse pueden usar un colutorio que contenga flúor para mantener los beneficios.
Seguridad y Uso del Flúor
El flúor es esencial para prevenir las caries, ya que protege los dientes ayudando a reponer los minerales del esmalte y reduciendo la cantidad de minerales que el esmalte pierde. Sin embargo, la ingesta excesiva de flúor puede llevar a la toxicidad, especialmente en niños pequeños. Esta condición, conocida como fluorosis, puede causar manchas blancas permanentes en los dientes, aunque generalmente es leve en los Estados Unidos.
Los expertos aseguran que la cantidad de flúor que queda en los dientes después del cepillado es segura. Sin embargo, es crucial supervisar a los niños para asegurarse de que no ingieran grandes cantidades de pasta dental.
Recomendaciones para Niños
Se recomienda el uso de pasta dental con flúor para los niños desde la aparición de sus primeros dientes. La Asociación Dental Americana (ADA) y la Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) sugieren que los cuidadores utilicen una cantidad de pasta del tamaño de un grano de arroz para niños menores de 3 años, y una cantidad del tamaño de un guisante para los niños de 3 a 6 años. Después del cepillado, los niños deben escupir la mayor cantidad posible de pasta dental, pero no enjuagar, para que el flúor siga protegiendo sus dientes.
Scott Cashion, dentista pediátrico y presidente de la AAPD, afirma: “Recomendamos que lo escupan, pero que intenten no enjuagarlo. Cuando se van a la cama, si hay flúor en esos dientes, va a ayudar a protegerlos durante la noche”.
Alternativas al Enjuague
Para aquellos que sienten la necesidad de enjuagarse después del cepillado, existen alternativas. Brittany Seymour de la ADA sugiere enjuagarse ligeramente con una pequeña cantidad de agua o retrasar el enjuague unos 20 minutos. Otra opción es usar un colutorio con flúor, que proporcionará los beneficios de este mineral sin eliminarlo completamente de los dientes.
Conclusión
En resumen, omitir el enjuague tras el cepillado con un dentífrico con flúor, enjuagarse ligeramente o retrasar el enjuague permite que el flúor permanezca en los dientes, proporcionando una protección adicional contra las caries. Esta práctica es especialmente beneficiosa para quienes tienen una dieta alta en azúcar o son propensos a desarrollar caries, y puede ser una medida preventiva útil para mejorar la salud dental a largo plazo.